El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, elogió el apoyo de Brasil a su restitución en el cargo, pero reclamó que Estados Unidos puede “hacer más” para presionar al gobierno golpista en el país centroamericano, en una entrevista el miércoles.
“Estados Unidos ha mantenido una posición firme, pero puede hacer más porque 70% de la economía de Honduras se hace con Estados Unidos, que puede apretar fácilmente a los golpistas y revertir ese mal ejemplo para América Latina”, declaró en una entrevista con la estatal TV Brasil.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Honduras y su mayor fuente de ayuda externa. El gobierno norteamericano suspendió a ese país 18 millones de dólares en asistencia para el desarrollo.
Zelaya habló con la televisora horas antes de reunirse con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, como parte de su gestión internacional para afianzar el apoyo latinoamericano contra su destitución, ocurrida a finales de junio.
“Brasil ha sido firme, tanto el canciller (Celso) Amorim como el presidente Lula han sido firmes en la condena (del golpe), en el no reconocimiento de los golpistas y en la petición de mi restitución”, agregó Zelaya.
El mandatario derrocado llegó a Brasilia la noche del martes y fue recibido con honores militares propios de un jefe de estado.
Sin embargo, no fue recibido por el embajador hondureño en Brasil, Victor Manuel Lozano, quien el lunes fue internado en un hospital de Brasilia con problemas cardíacos. El diplomático, quien ocupó el cargo durante todo el período de Zelaya en el poder, no se ha pronunciado sobre el régimen golpista.
Consultado sobre la situación interna de Honduras, Zelaya trazó un cuadro marcado por la represión, la muerte de manifestantes y la violación de los derechos humanos, y negó que pretenda negociar con el gobierno golpista, encabezado por el ex presidente del Congreso, Roberto Micheletti.
“Yo no negocio con terroristas ni negocio con criminales. El (Micheletti) debería estar preso pagando los crímenes que ha cometido, asesinatos de personas en las manifestaciones públicas, se ha reprimido al pueblo, se ha violado la constitución”, manifestó.
El gobierno de facto de Honduras impuso el martes un toque de queda tras una ola de disturbios provocada al final de una serie de manifestaciones masivas para exigir el regreso de Zelaya al poder.
En Santiago el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet dijo que analiza una petición de Zelaya para entrevistarse con la mandataria, informó el miércoles la vocera oficial, ministra Carolina Tohá.
“Efectivamente se ha presentado esa solicitud, pero no hay ninguna definición clara de una fecha para una visita. Es una petición que se ha formulado y que el Gobierno está analizando”, dijo Tohá.
Agregó que “vamos a ver cómo se resuelve, pero hoy día no hay una fecha para una visita que podamos anunciar”. Tohá destacó que la petición de Zelaya “obviamente amerita toda nuestra atención”, porque se trata de un “presidente constitucional de una nación latinoamericana”.
Bachelet ha destacado en sus presiones para que Zelaya vuelva al poder, especialmente desde su papel de presidenta pro témpore de Unasur, cargo que traspasó el lunes al mandatario ecuatoriano Rafael Correa.